sábado, 28 de noviembre de 2015

Cookie al microondas

     Desde que descubrí allá por el 2011 ó 2012 que el microondas servía para hacer algo más que calentar agua, leche, comida y hacer palomitas, no he dejado de repetir una y otra vez los bizcochos en este electrodoméstico que hoy en día no suele faltar en ninguna casa. Partiendo de que adoro el chocolate, hasta ahora todos, absolutamente todos los bizcochos que he hecho han llevado cacao y a veces trozos de chocolate. Y esta vez tampoco podía faltar este dulce manjar de los dioses, aunque he optado por que no tuviese tanta presencia como hasta el momento.



     Hace tanto que apunté la receta que a día de hoy no recuerdo siquiera de dónde la saqué, de todas formas la receta original la cambié porque algunos ingredientes bien no tenía bien no los quería poner, aún así ha resultado una cookie al microondas realmente digna. He de decir que he usado aceite de oliva (vale, a lo mejor ha sido un poco bestia, lo admito), y el sabor se ha notado algo fuerte, aún así no me ha disgustado para nada. Y allá vamos:

     Los ingredientes:

- 2 cucharadas de aceite
- 2 cucharadas de azúcar moreno
- 1 yema de huevo (el uso que le di a la clara vendrá en una próxima entrada)
- Esencia de almendra amarga (un par de gotas)
- Chocolate negro en trocitos (o chips de chocolate)
- 3 cucharadas de harina

Mi ingrediente secreto: la taza de Tony Soprano <3
     ¡Manos a la obra! Es lo más sencillo del mundo: en la taza que irá al microondas ponemos el aceite, el azúcar, la yema y la esencia de almendra amarga y mezclamos bien. Añadimos el chocolate en trocitos y seguimos mezclando un poco más. La textura es como de praliné (perdonad el flash, no se veía nada si no):

Antes de añadir la harina
     Añadimos la harina, no de golpe sino cucharada a cucharada, y mezclamos hasta que se quede como una masa. Ahora metemos al microondas, máxima potencia. La duración depende un poco del gusto: 1 minuto para que esté un poco blanda, yo la dejé un minuto y veinte segundos y me gustó más cómo quedó, un poco más seca y firme.

Antes de meter al microondas
     Se come directamente de la taza y se puede acompañar con leche o café, lo que cada cuál prefiera. Receta perfecta para esos días en los que nos queremos dar un caprichito pero nos faltan ganas para estar un buen rato en la cocina. A lo mejor tenía que haber puesto una foto de cómo se queda por dentro, pero tenía demasiada hambre, lo siento. Aún así os digo que, en la primera foto, los dos cortes son mis pruebas con el cuchillo. Primero la metí 1 minuto, pero como la noté demasiado blanda para mi gusto la volví a meter 20 segundos.

     Nada más, espero que os haya gustado. Es realmente sencilla y está muy bien de sabor, modificable según cada paladar en cuanto a dulzor, aroma y demás. Hasta la próxima :).

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